martes, 16 de octubre de 2012

COMUNICACIÓN ENTRE PADRES A HIJOS

La mayoría de problemas del día a día de la convivencia familiar se resolverían, si nos esforzáramos por tener una buena comunicación con nuestros hijos. Hay muchas formas de hacerlo. Se puede hacer con un gesto, se puede hacer con una mirada de complicidad, se puede hacer con la palabra, escuchando música, leyendo, haciendo deporte...También nos podemos comunicar silenciosamente. Sólo contemplando unos padres junto a la cama de un hijo enfermo, mimándolo o dándole la mano vemos el máximo de comunicación. El silencio se hace necesario por el reposo de su hijo, pero la comunicación no debe faltar.


Ya se ve que para comunicarse no se necesitan palabras, sino que se necesita afecto y que haya un clima de confianza y, ¿como conseguimos este clima? Podemos reflexionarlo, puesto que se hace muy difícil recibir la confianza de nuestros hijos si no hacemos un esfuerzo para ser acogedores y estar tranquilos y de buen humor a la hora de comunicarnos. Es imprescindible comprender a nuestros hijos; saber intuir qué les preocupa, qué nos quieren decir o qué necesitan. La base de la comunicación, es amar, interesarse por sus cosas y ayudar a que ellos solos vayan resolviendo sus dificultades. Cuando hay confianza se actúa con calma, no se improvisa y se da paz.

Hay muchas virtudes que pueden ser útiles para ayudar a la comunicación, con el clima de confianza adecuado, que favorece el diálogo, base de la comunicación, pero yo destacaría dos: la sinceridad y la discreción.
Sinceridad es decir siempre con claridad lo que se hace, lo que se piensa, lo que se vive. Nuestros hijos tienen que ver que nosotros somos sinceros siempre. Por esto debemos reflexionar y preguntarnos: ¿Cuántas veces hemos dejado incompleta una promesa o una reprimenda que habíamos anunciado a nuestros hijos? ¿Cuántas veces nos han telefoneado y, por comodidad, hemos hecho decir que no estábamos en casa? ¿Cuántas veces hemos asustado a los pequeños diciendo '' que viene el hombre del saco'' y lógicamente aún lo esperan? O otras medias verdades, que no dejan de ser mentiras que malogran la confianza.

Nuestra sinceridad tiene que ser ejemplar, la verdad tiene que ser objetiva, clara. Por ejemplo, si nos equivoquemos, pedimos perdón y lo reconocemos; esto es más educativo para el hijo que muchos sermones y consejos repetitivos. A veces los hijos no son lo suficiente sinceros con nosotros por no quedar mal o porque tienen miedo de que tengamos una reacción desmesuradamente enfadada con lo que nos dicen.
Sobre todo en la adolescencia tenemos que ser pacientes y estar preparados para que nos expliquen lo más impensable sin perder los nervios. Lo que es más importante siempre es que los hijos nos digan la verdad, aunque del susto recibido nos quedáramos sin aliento. Con todos los datos reales del problema, no nos equivocaremos a la hora de buscar soluciones juntos y reforzaremos la confianza mutua.
La discreción: hoy, más que nunca, se hace evidente que los padres debemos profundizar en esta virtud, que no es frecuente en el ambiente actual. En el Diccionario General de la Lengua Catalana de Pompeu Fabra, encontramos esta definición de discreción: ''reserva en las acciones y en las palabras, reserva del que no hace sino aquello que conviene hecer, de quien no dice sino aquello que conviene decir, que sabe callar aquello que le ha estado confiado''.

Muchos hijos se quejan de que los padres, o bien para vanagloriarse, o bien para quejarse explican las confidencias que ellos les han hecho. Ya se ve que este sería un defecto que influiría en la confianza que nos habrían dado los hijos; nada más y nada menos sería ''ventilar'' sus emociones; tampoco los hijos entienden las ironías ni bromas sobre sus ''cosas'', por lo tanto no conviene decir lo que nos confían y tenemos que considerar que para ellos aquello es muy importante, aunque a los mayores nos pareciera de poco valor.

6 comentarios:

  1. Hablar con nuestros papas y especialmente PODER, aveces no es querer, si no que ellos nos den el tiempo y la confianza para hablar. Cierto que resolverias muchos problemas a los que nos enfrentamos y aveces no podemos salir. Una excelente informacion, 8)

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    1. si gaby la vrd es muy necesaria la comunicacion con nuestro padres pues eyos siempre podran apoyarnos y orientarnos para que podamos ser mejor y escoger una buena desición

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  2. Que pasaría si un adolescente con muchos problemas no hablara con sus padres?, que no les tuviera la confianza suficiente o que ellos mismos no les da al joven esa confianza y seguridad que necesita? pasaría esto; embarazo,alcoholismo,drogas, depresión y lo peor suicidio así que si es muy importante esa comunicación.

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    1. sierto melissa pues no savemos que hacer y x la misma depresion agarramos esos caminos que solo nos afectan mas y asi nos bamos perdiendo :/ por eso es necesaria la comunicacion

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  3. es bueno tener comunicacion con tus padres pues asi pueden explicarte muchas cosas que no entendemos de chicos y ellos pueden apoyarnos cuando mas lo necesitamos y asi poder tomar una muy buena decisión

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    1. pues si es muy necesaria por que asi ellos podrian ayudarnos cuando los necesitamos asi ellos pueden darse cuenta de lo que nos pasa :/

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